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Cuando se trata de vacunas, ¿por qué se habla de "haz tu propia investigación"?

Únicamente hay que confiar de la investigación personal, escuchar a los expertos es para perezosos.

Uno de los factores que más influyen en la indecisión ante las vacunas es la desconfianza general de la población hacia las autoridades, así como hacia quienes se encargan de su desarrollo y regulación.

La desconfianza se expresa a menudo en afirmaciones sobre conflictos de intereses o falta de conocimiento e investigación rigurosa.

Puede dirigirse a diversos grupos, por ejemplo:

  • Profesionales y organizaciones sanitarias y médicas.
  • Empresas farmacéuticas.
  • Gobiernos.
  • Científicos.
  • La "medicina oficial".

También puede dirigirse a la investigación científica y a las propias vacunas.

Aunque la desconfianza se relaciona con la ideación conspirativa, los argumentos enmarcados en esta raíz actitudinal son distintos en el sentido de que los motivos de la desconfianza pueden deberse a experiencias reales (por ejemplo, haber sufrido discriminación en el sistema sanitario). Los argumentos derivados de la desconfianza tampoco tienen por qué estar directamente relacionados con conspiraciones. En cambio, la desconfianza suele manifestarse en forma de declaraciones vagas, llenas de sospechas e incertidumbre, con conclusiones extraídas en función de la fuente del mensaje.

Este tema aborda la necesidad de ser escéptico e "investigar por uno mismo" en lugar de confiar en las palabras de médicos, científicos, el gobierno y otros, los cuales son percibidos como fuentes de información sesgadas.

Algunas personas pueden pensar que son excepcionales o especiales y que, en consecuencia, deben investigar por su cuenta al tomar una decisión personal.

Se suele caracterizar a las personas que no investigan por su cuenta, sino que escuchan a estas autoridades, como perezosas y desinformadas.

¿Qué hay de verdad en ello?

Todo el mundo debería tener autonomía para tomar sus decisiones médicas en base a la mejor evidencia disponible. Para ello, hay que saber cuál es la mejor evidencia médica, por ejemplo, recurriendo a múltiples fuentes independientes. La práctica médica actual está abierta a que los pacientes y sus familias participen activamente en la toma de decisiones, lo cual es importante para garantizar el consentimiento informado y lograr un mayor compromiso con los tratamientos.

¿Qué podría decirle a alguien con esta creencia?

El diálogo entre pacientes y profesionales sanitarios resulta más productivo si se basa en la empatía, ofreciendo al paciente la oportunidad de afirmar las razones que subyacen a sus creencias y expresando comprensión respecto a ellas. Debido a ello, es importante comprender las raíces actitudinales que subyacen a las opiniones que manifiestan las personas. Afirmar la raíz actitudinal subyacente de una persona no significa que tengamos que estar de acuerdo con los detalles de sus argumentos. Por ejemplo, podemos reconocer que:

Todo el mundo debería tener autonomía para tomar sus decisiones médicas en base a la mejor evidencia disponible. Para ello, hay que saber cuál es la mejor evidencia médica, por ejemplo, recurriendo a múltiples fuentes independientes. La práctica médica actual está abierta a que los pacientes y sus familias participen activamente en la toma de decisiones, lo cual es importante para garantizar el consentimiento informado y lograr un mayor compromiso con los tratamientos.



Una vez hayamos generado un contexto propicio mediante esta afirmación parcial, podemos proceder a corregir la creencia errónea del paciente.

Los expertos toman sus decisiones basándose en un análisis crítico de la evidencia.

A fin de obtener un conocimiento fiable tenemos que evaluar críticamente la información disponible, evitando las fuentes que intentan engañarnos intencionadamente y siendo concientes de nuestros propios prejuicios y lagunas de conocimiento.

La medicina es un campo de conocimiento tan complejo que incluso los investigadores científicos profesionales tienen que trabajar en grandes grupos en los que cada miembro aporta conocimientos y habilidades específicos. La información resultante de este análisis colectivo es, por tanto, una de las fuentes más fiables en las que podemos basar nuestra investigación personal.

Es sensato e inteligente dar más peso a estas fuentes a la hora de tomar decisiones sobre la vacunación.

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MISINFORMATION & DISTRUST

One of the strongest predictors of vaccine hesitancy is people’s general mistrust of authorities, pharmaceutical companies, scientists, the medical “establishment”, and scientific research methods and findings. The distrust is often expressed in claims about vested interests or a lack of knowledge about vaccinations. It can be directed towards different targets, for example, health and medical authorities or professionals, pharmaceutical companies, the government, and the scientific process and vaccines themselves.

 

Although distrust is related to conspiracist ideation, arguments framed within this attitude root are distinct in that the reasons for distrust may be due to a person’s lived experience (e.g., having experienced discrimination in the healthcare system). Arguments stemming from distrust also need not relate to conspiracies. Instead, distrust often manifests as vague statements, full of suspicion and uncertainty, with conclusions drawn based on the source of the message.