Búsqueda rápida

Cuando se trata de vacunas, ¿por qué se habla de "datos poco fiables"?

Las vacunas son experimentales y se basan en datos incompletos o sesgados.

Uno de los factores que más influyen en la indecisión ante las vacunas es la desconfianza general de la población hacia las autoridades, así como hacia quienes se encargan de su desarrollo y regulación.

La desconfianza se expresa a menudo en afirmaciones sobre conflictos de intereses o falta de conocimiento e investigación rigurosa.

Puede dirigirse a diversos grupos, por ejemplo:

  • Profesionales y organizaciones sanitarias y médicas.
  • Empresas farmacéuticas.
  • Gobiernos.
  • Científicos.
  • La "medicina oficial".

También puede dirigirse a la investigación científica y a las propias vacunas.

Aunque la desconfianza se relaciona con la ideación conspirativa, los argumentos enmarcados en esta raíz actitudinal son distintos en el sentido de que los motivos de la desconfianza pueden deberse a experiencias reales (por ejemplo, haber sufrido discriminación en el sistema sanitario). Los argumentos derivados de la desconfianza tampoco tienen por qué estar directamente relacionados con conspiraciones. En cambio, la desconfianza suele manifestarse en forma de declaraciones vagas, llenas de sospechas e incertidumbre, con conclusiones extraídas en función de la fuente del mensaje.

Este tema caracteriza a las vacunas como sospechosas debido a una serie de razones, entre las cuales se incluyen:

  • Ser experimentales, nuevas y no probadas, con efectos secundarios desconocidos a largo plazo.
  • Preocupación por el hecho de que se hayan aprobado de forma apresurada, de modo que la población o determinados grupos étnicos son usados como "cobayas" involuntarias en el marco de un experimento.
  • Dudas acerca de la eficacia de las vacunas, a menudo debidas a la incomprensión de los métodos de investigación científica, especialmente del análisis estadístico.
  • Creencia de que las vacunas causan daño.

¿Qué hay de verdad en ello?

La preocupación por el proceso de desarrollo de una vacuna es comprensible. Al igual que todas las intervenciones médicas, las vacunas implican una fase experimental inicial, a la que siguen otras pruebas y validaciones de seguridad y eficacia. Lamentablemente, los científicos no siempre explican bien estos procesos y sus resultados de forma que resulten fáciles de entender. Es bueno sentir curiosidad por la investigación científica y hacer preguntas para entenderla.

¿Qué podría decirle a alguien con esta creencia?

El diálogo entre pacientes y profesionales sanitarios resulta más productivo si se basa en la empatía, ofreciendo al paciente la oportunidad de afirmar las razones que subyacen a sus creencias y expresando comprensión respecto a ellas. Debido a ello, es importante comprender las raíces actitudinales que subyacen a las opiniones que manifiestan las personas. Afirmar la raíz actitudinal subyacente de una persona no significa que tengamos que estar de acuerdo con los detalles de sus argumentos. Por ejemplo, podemos reconocer que:

La preocupación por el proceso de desarrollo de una vacuna es comprensible. Al igual que todas las intervenciones médicas, las vacunas implican una fase experimental inicial, a la que siguen otras pruebas y validaciones de seguridad y eficacia. Lamentablemente, los científicos no siempre explican bien estos procesos y sus resultados de forma que resulten fáciles de entender. Es bueno sentir curiosidad por la investigación científica y hacer preguntas para entenderla.



Una vez hayamos generado un contexto propicio mediante esta afirmación parcial, podemos proceder a corregir la creencia errónea del paciente.

Las vacunas se someten a múltiples rondas de pruebas en ensayos clínicos para demostrar su seguridad y eficacia antes de ser aprobadas por las autoridades reguladoras médicas y sanitarias nacionales. Los organismos reguladores, como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), revisan todos los datos presentados en estos ensayos clínicos antes de autorizar cualquier vacuna. Estas agencias solicitarán más datos antes de tomar una decisión si consideran que la investigación es incompleta o sesgada.

Los reguladores también utilizan herramientas de investigación para evaluar el riesgo de sesgo en la investigación al revisar las pruebas. Incluso después de su aprobación, los organismos reguladores siguen vigilando la seguridad de todas las vacunas, con sistemas de notificación de efectos secundarios que son públicos y se encuentran abiertos a cualquier persona en muchos países.

Este seguimiento continuo significa que se dispone de datos de millones de personas que ofrecen una imagen completa y longitudinal de que las vacunas son seguras y eficaces.

es_ESSpanish

MISINFORMATION & DISTRUST

One of the strongest predictors of vaccine hesitancy is people’s general mistrust of authorities, pharmaceutical companies, scientists, the medical “establishment”, and scientific research methods and findings. The distrust is often expressed in claims about vested interests or a lack of knowledge about vaccinations. It can be directed towards different targets, for example, health and medical authorities or professionals, pharmaceutical companies, the government, and the scientific process and vaccines themselves.

 

Although distrust is related to conspiracist ideation, arguments framed within this attitude root are distinct in that the reasons for distrust may be due to a person’s lived experience (e.g., having experienced discrimination in the healthcare system). Arguments stemming from distrust also need not relate to conspiracies. Instead, distrust often manifests as vague statements, full of suspicion and uncertainty, with conclusions drawn based on the source of the message.