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Cuando se trata de vacunas, ¿por qué se habla de "libertarismo"?

Reivindicación de las libertades civiles frente al autoritarismo médico y la extralimitación estatal.

Se sabe que las inclinaciones ideológicas influyen en la actitud de las personas hacia los descubrimientos científicos que tienen una carga política, y la vacunación se ha politizado en muchos países.

Un gran número de investigaciones ha establecido que, a nivel mundial, las personas con opiniones políticas de derechas son más propensas a rechazar los descubrimientos científicos que las personas de izquierdas. En el caso de las vacunas, la asociación tiende a ser pequeña y se manifiesta de diversas maneras.

La oposición a las vacunas en los países europeos, incluida España, está relacionada con el nacionalismo, el populismo de derechas y las visiones individualistas y jerárquicas del mundo. La oposición a la vacunación por motivos políticos puede agudizarse especialmente en el caso de la vacunación obligatoria.

Este tema refleja una visión del mundo según la cual la elección personal y las libertades civiles no deben ser vulneradas por un ejercicio excesivo y abusivo del poder estatal. Puede preocupar que se vean anuladas las libertades individuales.

Esta visión del mundo da importancia al individuo y también está relacionada con la postura moral de que los individuos no deben ser sacrificados por un bien mayor.

¿Qué hay de verdad en ello?

Las libertades civiles son un tema muy sensible y relevante, y siempre hay movimientos políticos que intentan restringirlas mientras otros intentan defenderlas. También es cierto que, en el pasado, ha habido casos aislados pero lamentables de mala conducta médica, en los que no se han respetado debidamente los derechos de los pacientes. Esa es la razón por la que los derechos de los pacientes son un tema central de la ética médica, y las intervenciones médicas están estrictamente vigiladas y reguladas. Debemos estar siempre alerta y defender nuestras libertades y derechos, que son la base de una democracia.

¿Qué podría decirle a alguien con esta creencia?

El diálogo entre pacientes y profesionales sanitarios resulta más productivo si se basa en la empatía, ofreciendo al paciente la oportunidad de afirmar las razones que subyacen a sus creencias y expresando comprensión respecto a ellas. Debido a ello, es importante comprender las raíces actitudinales que subyacen a las opiniones que manifiestan las personas. Afirmar la raíz actitudinal subyacente de una persona no significa que tengamos que estar de acuerdo con los detalles de sus argumentos. Por ejemplo, podemos reconocer que:

Las libertades civiles son un tema muy sensible y relevante, y siempre hay movimientos políticos que intentan restringirlas mientras otros intentan defenderlas. También es cierto que, en el pasado, ha habido casos aislados pero lamentables de mala conducta médica, en los que no se han respetado debidamente los derechos de los pacientes. Esa es la razón por la que los derechos de los pacientes son un tema central de la ética médica, y las intervenciones médicas están estrictamente vigiladas y reguladas. Debemos estar siempre alerta y defender nuestras libertades y derechos, que son la base de una democracia.



Una vez hayamos generado un contexto propicio mediante esta afirmación parcial, podemos proceder a corregir la creencia errónea del paciente.

En circunstancias normales, no existe un conflicto inevitable entre las libertades civiles y las campañas de salud pública. Sin embargo, la libertad individual debe equilibrarse en el contexto de una pandemia, ya que la lucha contra la enfermedad beneficia al conjunto de la sociedad y esa lucha puede requerir restringir algunas libertades. Hay que tener en cuenta que, en países democráticos como España, las actuaciones de salud pública son supervisadas por organismos independientes que velan por el cumplimiento de los derechos individuales.

Las campañas de vacunación son especialmente comunes en países con altos índices de libertad y éxito económico, mientras que son menos frecuentes en países autoritarios y antidemocráticos. En algunos de esos países, las vacunas no se ponen a disposición de toda la población.

Cuando pensamos en la libertad, no sólo debemos tener en cuenta nuestra propia libertad de elección, sino también la de los demás. Nadie es realmente libre a menos que todos tengamos un entorno sano y seguro.

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