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Miedo a que el sistema inmunitario se vea comprometido o desbordado por la vacunación.
Suele haber dos tipos de miedo a la vacunación, que tienden a ser mucho mayores que los riesgos reales que implica. Se ha demostrado que ambos tipos de miedo causan renuencia hacia las vacunas.
1) Temores relacionados con sufrir efectos secundarios, sean o no plausibles. Por ejemplo:
Estos temores pueden derivarse o magnificarse si las personas perciben que las vacunas tienen ingredientes tóxicos. Algunos de los comúnmente mencionados son:
2) Miedo al procedimiento de vacunación en sí, como el miedo a las agujas.
Este tema está relacionado con el miedo a que el sistema inmunitario se vea comprometido o perjudicado a causa de la vacunación. Puede incluir teorías pseudocientíficas como:
Es razonable preocuparse por cómo puede reaccionar nuestro cuerpo a los tratamientos médicos. A algunas personas les preocupa que se pueda estar abusando de las vacunas porque a veces otros medicamentos, como los antibióticos, son recetados de forma innecesaria. Todos los medicamentos pueden causar efectos secundarios, por lo que es válido preguntarse si están siendo utilizados en exceso.
El diálogo entre pacientes y profesionales sanitarios resulta más productivo si se basa en la empatía, ofreciendo al paciente la oportunidad de afirmar las razones que subyacen a sus creencias y expresando comprensión respecto a ellas. Debido a ello, es importante comprender las raíces actitudinales que subyacen a las opiniones que manifiestan las personas. Afirmar la raíz actitudinal subyacente de una persona no significa que tengamos que estar de acuerdo con los detalles de sus argumentos. Por ejemplo, podemos reconocer que:
Es razonable preocuparse por cómo puede reaccionar nuestro cuerpo a los tratamientos médicos. A algunas personas les preocupa que se pueda estar abusando de las vacunas porque a veces otros medicamentos, como los antibióticos, son recetados de forma innecesaria. Todos los medicamentos pueden causar efectos secundarios, por lo que es válido preguntarse si están siendo utilizados en exceso.
Los expertos en medicina y salud pública determinan los calendarios de vacunación en función de la seguridad y eficacia de las vacunas, así como de la gravedad de las enfermedades que previenen. Los expertos tienen en cuenta todas las posibles interacciones y efectos secundarios a la hora de diseñar el calendario para protegernos contra enfermedades que pueden acarrear graves consecuencias.
Basándonos en una revisión de evidencia científica realizada por la Organización Mundial de la Salud, no se ha observado que recibir varias vacunas a cualquier edad pueda debilitar o dañar nuestro sistema inmunitario. De hecho, las vacunas actúan reforzando el sistema inmunitario. Entrenan nuestro sistema inmunitario para reconocer los virus y luchar contra ellos. Sin vacunas, nuestro sistema inmunitario corre el riesgo de sobrecargarse al intentar luchar contra las infecciones sin entrenamiento.
Información adicional:
Referencias académicas