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Cuando se trata de vacunas, ¿por qué se habla de "negación de la ciencia"?

Falta de consenso sobre los beneficios y las teorías que fundamentan la vacunación.

Algunas personas rechazan la vacunación en base a creencias injustificadas. Por ejemplo, la afirmación de que el cuerpo tiene un "potencial curativo natural" o que lo "natural" siempre es mejor. Esto puede llevar a la gente a creer que sufrir una enfermedad "natural" para conseguir la inmunidad posterior es preferible a vacunarse, lo cual es exactamente lo contrario del balance real de riesgos.

Muchos seguidores de la "medicina alternativa" mantienen creencias injustificadas y se muestran escépticos ante las vacunas.

La investigación ha demostrado que estas creencias injustificadas están especialmente determinadas por "variables cognitivas", un término psicológico que describe la forma en que las personas procesan la información.

Son estas variables cognitivas las que separan las creencias injustificadas de las conspiracionistas, en las que influyen principalmente la amenaza percibida y las variables emocionales.

Estas variables cognitivas incluyen:

  • Un estilo cognitivo intuitivo: aceptar las "corazonadas" como mejor guía que las evidencias empíricas.
  • Confusiones ontológicas: las personas pueden tener dificultades para diferenciar las afirmaciones metafóricas de las fácticas. Por ejemplo, tomando al pie de la letra afirmaciones como "los árboles sienten el viento" o "los muebles viejos saben cosas del pasado".
  • Receptividad a afirmaciones pseudoprofundas. Por ejemplo, considerando profunda una afirmación como "la totalidad aquieta infinitos fenómenos".
  • Susceptibilidad a las ilusiones causales: creer que un acontecimiento afecta a otro cuando en realidad no existe ninguna relación causal. Por ejemplo, que un equipo de fútbol haya ganado un partido porque todos los presentes llevaban la camiseta del equipo.

Este tema apoya implícitamente creencias injustificadas al argumentar en contra de la ciencia, según lo cual debemos debatir el consenso científico en torno a las vacunas.

Las controversias o desacuerdos entre los científicos y las incertidumbres o incógnitas se presentan como pruebas de que la creencia en el proceso científico que subyace a las vacunas es errónea.

¿Qué hay de verdad en ello?

Es comprensible pensar que las teorías que sustentan la vacunación son controvertidas porque el conocimiento científico progresa a través del debate. Esto significa que los científicos a veces discrepan. Puede resultar difícil determinar cuáles son los hechos científicos aceptados y cuáles siguen siendo objeto de debate. Lamentablemente, los científicos no siempre comunican de forma eficaz los consensos que han alcanzado.

¿Qué podría decirle a alguien con esta creencia?

El diálogo entre pacientes y profesionales sanitarios resulta más productivo si se basa en la empatía, ofreciendo al paciente la oportunidad de afirmar las razones que subyacen a sus creencias y expresando comprensión respecto a ellas. Debido a ello, es importante comprender las raíces actitudinales que subyacen a las opiniones que manifiestan las personas. Afirmar la raíz actitudinal subyacente de una persona no significa que tengamos que estar de acuerdo con los detalles de sus argumentos. Por ejemplo, podemos reconocer que:

Es comprensible pensar que las teorías que sustentan la vacunación son controvertidas porque el conocimiento científico progresa a través del debate. Esto significa que los científicos a veces discrepan. Puede resultar difícil determinar cuáles son los hechos científicos aceptados y cuáles siguen siendo objeto de debate. Lamentablemente, los científicos no siempre comunican de forma eficaz los consensos que han alcanzado.



Una vez hayamos generado un contexto propicio mediante esta afirmación parcial, podemos proceder a corregir la creencia errónea del paciente.

En la actualidad existe un consenso médico sólido y generalizado sobre los beneficios, funcionamiento y seguridad de las vacunas, dado que existen evidencias abundantes y reproducibles de los millones de personas de todo el mundo que se vacunan cada año, recopiladas a lo largo de más de cien años.

Existen muy buenas razones para esta confianza en la vacunación. Muchos científicos independientes han trabajado con los más altos estándares científicos para probar su seguridad y eficacia. Esta acumulación de evidencia en favor de la seguridad y eficacia de las vacunas ha establecido la vacunología como un campo de conocimiento muy fiable.

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